Verba volant, scripta manent

sábado, 6 de febrero de 2010

La rectificación de The Lancet

Hace apenas unos días, la revista médica más antigua del mundo, y seguramente una de las más prestigiosas, la británica The Lancet, publicaba una rectificación oficial de uno de los artículos más polémicos de su historia: el publicado en 1998 en el que un oscuro investigador llamado Andrew Wakefield (nebulo quidam) que vinculaba la aparición de autismo en niños con la administración de la vacuna triple vírica, apuntando más concretamente al timerosal, una sal de mercurio empleada como conservante en las vacunas. Lo cierto es que dicho estudio fué cuestionado de inmediato; enseguida investigadores cualificados dejaron al descubierto las numerosas irregularidades que han llevado recientemente (28 de enero de este mismo año) a que el Consejo General Médico del Reino Unido declarara incorrectas sus conclusiones: además de una muestra insuficiente (un estudio de este calado necesita muchos pacientes más de los 12 que tenía), no informó de sus procedimientos, ni contaba con la aprobación del comité local de ética. Más tarde se sabría que Wakefield había recibido una generosa donación económica de un grupo de padres de niños autistas que pretendían denunciar a la industria farmacéutica y querían usar su estudio como prueba.
Desgraciadamente, el daño estaba hecho: el estudio de Wakefield desató una ola de pánico no sólo entre los británicos, sino en todo el mundo. Sólo en el Reino unido, en un sólo año la tasa de niños vacunados descendió del 92% a menos del 80. Los casos de sarampión pasaron de apenas medio centenar en 1998 a más de 1300 el año pasado, incluídos dos casos mortales. Además sirvió de punto de partida a un demencial movimiento anti-vacunas, empeñado en que las vacunas alteran el sistema inmunológico (y en realidad, eso es lo que hacen, pero para bien), o tienen efectos secundarios, o son un gran montaje para que las grandes farmacéuticas sigan ganando dinero. Y no les importa poner en peligro la salud (y la vida) de sus hijos.

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