Verba volant, scripta manent

viernes, 2 de noviembre de 2012

Los hermanos Niland: la verdadera historia del soldado Ryan


En 1998, el director norteamericano Steven Spielberg estrenaba Saving Private Ryan (en España, Salvar al soldado Ryan), una de sus mejores películas de los últimos años, protagonizada, entre otros, por Tom Hanks, Matt Damon, Tom Sizemore o Edward Burns. Probablemente conocéis su argumento: en los momentos posteriores al desembarco de Normandía, un grupo de siete soldados norteamericanos, al mando del capitán Miller, reciben la misión de localizar al soldado John Francis Ryan, que había sido lanzado en paracaídas sobre territorio enemigo la víspera del ataque, y llevarlo sano y salvo a la retaguardia, ya que sus tres hermanos han muerto en combate y los mandos del ejército no desean que el cuarto hermano sufra la misma suerte. La película comienza con una de las más realistas y memorables reconstrucciones del desembarco de Normandía que jamás se han rodado. Y se basa en un caso real.
Los cuatro hermanos Niland eran naturales de Tonawanda, en el estado de Nueva York, y se alistaron cuando los EEUU entraron en guerra. El mayor, Edward, nacido en 1912, lo hizo en la Fuerza Aérea, donde alcanzó el rango de sargento. Los otros tres, Preston (1915), Robert (1919) y Frederick (1920) lo hicieron en Infantería. Como era habitual se los asignó a distintos regimientos; una medida habitual en el ejército norteamericano, especialmente desde que en noviembre de 1942, durante la batalla de Guadalcanal, los cinco hermanos Sullivan (a los que se cita expresamente en el filme de Spielberg) muriesen al ser torpedeado el buque en el que servían, el USS Juneau, por un submarino japonés.
Preston quedó asignado al 22º Regimiento de la 4ª División de Infantería, donde alcanzó el rango de teniente, mientras que Robert (apodado Bob) y Frederick (apodado Fritz) fueron a parar a los paracaidistas; Bob en el 505º Regimiento de la 82ª División Aerotransportada y Fritz en el 501º Regimiento de la 101ª División Aerotransportada, ambos con el rango de sargento.
En mayo de 1944, el bombardero B-25 en el que servía Edward fué derribado durante una misión sobre la selva birmana, y el sargento Niland fué declarado desaparecido en combate. Pero sus hermanos no fueron notificados de su muerte de inmediato; se hallaban en el sur de Inglaterra, preparándose para la definitiva invasión de Europa.
El 6 de junio de 1944 tiene lugar el desembarco de Normandía, en el que participan los tres hermanos Niland. Bob murió ese mismo 6 de junio, cerca del pueblo de Neuville-au-Plain, mientras cubría la retirada de su compañía frente a un ataque alemán. Preston murió al día siguiente, 7 de junio, en un enfrentamiento cerca de Utah, una de las playas donde había tenido lugar el desembarco.
Fritz, en medio de la vorágine y la confusión de los primeros momentos del desembarco, no supo de la suerte de sus hermanos hasta que, unos días después, se acercó al campamento de la 82ª División y supo no sólo que Bob había muerto, sino que también Preston y Edward había caído.
Cuando el capellán de su regimiento, el padre Sampson, supo que Fritz era el único de sus hermanos que seguía con vida, elevó una petición al alto mando para que lo enviaran de vuelta a los EEUU. Sin embargo, Fritz permaneció en Francia hasta finales de julio, cuando su regimiento fué relevado y enviado de vuelta a Inglaterra, a la base de Lamborne. A finales del verano, llegó la orden de que volviera a casa, algo a lo que en principio se negó, ya que quería seguir combatiendo para vengar a sus hermanos. Finalmente, fué enviado  de vuelta y cumplió el resto de su servicio como miembro de la Policía Militar en Nueva York.
Pero aún le aguardaba una sorpresa. Y es que Edward no había muerto. Al ser alcanzado su avión, logró saltar en paracaídas y fué capturado por los japoneses. Permaneció como prisionero de guerra un año, hasta que el campo de prisioneros en el que se encontraba fué liberado el 4 de mayo de 1945.

9 comentarios:

  1. Que interesante historia y que triste a la vez. Espero que se acaben pronto las guerras y que haya paz mundial. Descansen en paz todos esos héroes que dieron la vida por su patria. RIP ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  2. Gracias por publicar la historia, Liliana tiene razón es triste , pero que bueno es saber cada día un poquito mas ,te deseo un excelente año

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  3. Hola, aquí estoy otra vez en tu blog. Muy interesante y ameno. Gracias

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  4. Se me hace una tontería salvar a uno y arriesgar a 8

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