Verba volant, scripta manent

lunes, 4 de noviembre de 2013

Diez películas alucinantes y disparatadas (II): Jesucristo cazavampiros (2001)


Imaginaos una película que como ingredientes tuviera a Jesucristo dándole de tortas a vampiros y ateos, un luchador mexicano, vampiresas lesbianas, una María Magdalena maciza y experta en artes marciales, un cura punki, peleas, números musicales y a Dios manifestándose a través de un pastel de cereza. Dejad de imaginarla: hela aquí.
Todo comienza en uno de esos pueblecitos norteamericanos donde nunca pasa nada (pero que en realidad es donde pasa de todo). Allí empiezan a sucederse una serie de ataques de vampiros; vampiros que, además, son inmunes a la luz del sol porque un doctor chiflado les ha hecho implantes de... ¡piel de lesbianas! (???). Dos sacerdotes (uno de ellos un punki con cresta) buscan ayuda y ¿quién mejor para ayudarles que el mismísimo Jesucristo, que acaba de volver a la Tierra y además está por los alrededores?. Conque se van a buscarlo y lo encuentran bautizando a unas lesbianas (la obsesión del director con las lesbianas debería ser objeto de un profundo análisis psicológico). Jesús va a enfrentarse con los vampiros (y de paso, con unos cuantos ateos que le salen al paso, que van como los payasos, dos docenas metidos en un coche). ¿Y cómo lo hace?¿Con rezos y bendiciones? Qué va, repartiendo sopapos a punta pala, que lo de poner la otra mejilla ya lo tiene superado. También puede bendecir el agua para usarla como arma, pensaréis. Pero si estamos hablando del auténtico Hijo de Dios. El bendice todo el océano para acabar con los vampiros por la vía rápida, arrojándolos al mar de cabeza. Pero los vampiros se resisten y le dan una soberana paliza, por lo que JC le pide ayuda a Dios. Y Dios, hablándole a través de una tarta de cerezas con nata, le anuncia que le envía ayuda. ¿Un ejército de arcángeles vengadores con espadas de fuego, pensaréis? No, que eso es muy mainstream. Dios tiene el día simpático y le envía a El Santo, el mítico luchador mexicano enmascarado, para que le ayude a sacudirle de lo lindo a todo aquel que se cruce en su camino. Todo ello intercalado con números musicales ridículos que parecen sacados de la fiesta de fin de curso de un colegio de primaria. Aderezado todo con diálogos alucinógenos como los que siguen:

- Me gustaría haber podido invitar a más gente Jesús, uno no comete deicidio todos los días, y a ti te va el sacrificio ¿verdad?
- Deberías haber prestado más atención, mi muerte nunca fue el final de la historia

- Escucha, Jesús, tu segunda resurrección ha sido un gran error. El calvario para ti todavía no ha terminado.
- ¡Que empiecen las conversiones!

Con tanto desmadre, es muy difícil no reirse. La película es mala, mala, pero muy divertida; se nota que las intenciones de ninguno de los que participaron en ella iban más allá de echarse unas risas, y lo consiguen.
Aquí tenéis el tráiler
O si lo preferís, podéis verla entera

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