Verba volant, scripta manent

sábado, 1 de febrero de 2014

El Grupo Especial de Interrogatorio (SIG)

Herbert Cecil Buck (1916-1945)
De entre los numerosos grupos de operaciones especiales que los británicos pusieron en funcionamiento durante la Segunda Guerra Mundial bajo el nombre genérico de British Commandos, hubo uno cuya vida no fue especialmente larga (apenas seis meses), ni sus misiones memorables o importantes. Tampoco era una unidad demasiado numerosa (unos cuarenta hombres) pero las circunstancias de su creación y el carácter de los soldados que la componían convierten su historia en fascinante y atractiva: el Grupo Especial de Interrogatorio o SIG.
El capitán Herbert Cecil Buck nació en 1916 en la India, donde su padre, el teniente coronel Cecil Henry Buck, estaba destinado. Tras la Primera Guerra Mundial sería destinado al ejército de ocupación del Rin (1919-1929), por lo que el pequeño Herbert se crió y educó en la Alemania de posguerra, aprendiendo a hablar alemán perfectamente.
Tras estudiar en Oxford (lingüística alemana) se alistó en el ejército, siguiendo la tradición familiar. Formaría parte del Regimiento Worcestershire, del 1º Regimiento del Punjab y de la Guardia Escocesa. Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, fue destinado al norte de África, donde fue herido y capturado por los alemanes en enero del 42, durante los combates en las cercanías de Tobruk (que acabaría siendo tomada por los alemanes el 21 de junio). Sin embargo, Buck logró huir: durante un traslado, mató al soldado que lo custodiaba, se puso su uniforme y, gracias a su perfecto alemán, cruzó las líneas enemigas sin problemas, para luego atravesar el desierto libio hasta encontrarse con las tropas británicas en Tobruk en marzo y ser trasladado a El Cairo, donde estaba el alto mando británico.
Su arriesgada fuga le sirvió de inspiración para proponer a sus superiores la formación de un cuerpo de operaciones especiales de naturaleza inédita. Buck había pensado en formar una unidad compuesta por soldados capaces de hacerse pasar por alemanes sin problemas; capaces de hablar alemán de manera fluida, de manejar las armas y vehículos del enemigo, conocedores del comportamiento de los soldados alemanes, capaces de infiltrase tras las líneas enemigas y llevar a cabo acciones de sabotaje y espionaje. Una idea que sedujo a sus oficiales al mando, preocupados por el giro adverso que la guerra en el norte de África había tomado para ellos desde la llegada del mítico mariscal Erwin Rommel. Pero para ello, Buck necesitaba un tipo determinado de soldados. Y Buck sabía donde encontrarlos: en el Comando 51.
El Comando 51 era un batallón de unos 600 soldados voluntarios alistados por los británicos en Palestina (que por aquel entonces era un protectorado británico). La mayoría eran judíos, muchos de ellos de origen centroeuropeo y huidos de las persecuciones nazis. Casi todos tenían familia y amigos en Europa, por cuya suerte temían, y odiaban profundamente a los nazis. A su campamento en Burgh el Arab, cerca del canal de Suez, llegó Buck el 17 de marzo del 42, pidiendo voluntarios para su unidad. Tras explicarles con detalle su misión y los peligros que conllevaba, obtuvo veintiocho voluntarios. Posteriormente, Buck reclutaría a algunos miembros de las Fuerzas Checas Libres, de la Legión Extranjera francesa, de grupos paramilitares judíos como el Palmach o el Irgun, y judíos enrolados en el ejército británico, hasta sumar unos cuarenta efectivos. El único requisito era ser capaces de hacerse pasar por alemanes. Es posible que la idea de su comando ya rondara la mente del capitán Buck desde tiempo atrás, ya que con el 1º del Punjab había estado estacionado unos meses en Palestina y había hecho amistad con numerosos judíos de origen alemán. Entre los reclutas, había hombres como Maurice Tiefenbrunner, un joven de 26 años huido de Alemania en 1938, y que se convertiría en uno de los hombres de confianza de Buck; Karl Kahane, héroe de la Primera Guerra Mundial, condecorado con la Cruz de Hierro y con más de 20 años de servicio en el ejército alemán; o Israel Carmi, futuro oficial del ejército israelí.
Maurice Tiefenbrunner (1916-2013)
La unidad recién formada recibió el nombre de Special Interrogation Group (SIG) o Grupo Especial de Interrogatorio. Eran hombres valerosos, entregados, decididos, dispuestos a hacer lo que hiciera falta con tal de ajustar cuentas con los nazis. Se llamaban a si mismos "los leones de Judá" y sabían perfectamente que de caer prisioneros acabarían ante un pelotón de fusilamiento (al vestir uniformes alemanes se les consideraría espías y no combatientes). Su instrucción tuvo dos partes. Por un lado, se les adiestró en todo lo necesario para un comando: tácticas, lucha cuerpo a cuerpo, explosivos, comunicaciones, supervivencia en el desierto. Pero además, se les enseñó a comportarse como soldados alemanes, a usar sus mismas expresiones, a manejar sus armas y vehículos, a conocer cada detalle de la vida cotidiana en el ejército alemán, a imitar perfectamente su comportamiento. Para ello, sus superiores les permitieron el uso de vehículos y material de guerra capturados a los alemanes en combate. Y para ayudarles en su misión, Buck reclutó a Walter Essner y Herbert Brueckner, dos prisioneros de guerra alemanes capturados en noviembre del 41, cuando servían en el regimiento 361 del Áfrika Korps. Ambos, antiguos miembros de la Legión Extranjera, se habían declarado antinazis y se habían ofrecido a los británicos como agentes dobles, convenciendo al CSDIC (Combined Services Detailed Interrogation Centre, el organismo de inteligencia encargado de interrogar a prisioneros de guerra y desertores). Lo cierto es que Tiefenbrunner y la mayoría de los miembros del SIG nunca se fiaron del todo, pero Buck confiaba en ellos y necesitaba hombres con experiencia reciente en el ejército germano.
Walter Essner y Maurice Tiefenbrunner
Algunos miembros del SIG se hicieron pasar por prisioneros de guerra en los campos de prisioneros aliados, pero los alemanes pronto empezaron a sospechar de la presencia de espías entre ellos. Un mensaje enviado por Hitler a Rommel en junio de 1942 e interceptado por la inteligencia aliada le ordenaba "aniquilar a los refugiados políticos alemanes que estaban combatiendo en el ejército británico".
Las victorias de Rommel frente al VIII ejército británico, que le llevaron a estar a apenas 150 kilómetros del canal de Suez, forzaron a los británicos a movilizar todos sus efectivos. La primera misión del SIG consistió en ayudar a otra unidad especial de reciente creación, el Special Air Sevice (SAS), a combatir la amenaza que suponían los ataques aéreos alemanes contra los convoyes que abastecían por mar a los ingleses. El 8 de junio, doce hombres del SIG (incluidos los dos prisioneros), fingiendo ser soldados alemanes, y catorce miembros de la Legión Extranjera francesa, haciéndose pasar por prisioneros de guerra, montados en dos camiones y un automóvil alemanes, partieron del oasis egipcio de Siwa. Su perfecta caracterización les hizo eludir los controles alemanes e italianos sin problemas; de hecho, incluso en alguno les advirtieron de que tuvieran cuidado porque se sospechaba que en la zona había comandos británicos con uniformes alemanes.
Su objetivo eran dos aeródromos alemanes situados cien millas al oeste de Tobruk: Martuba y Derna. La noche del 13 de junio, los miembros del comando se dividieron. Buck, Essner, tres miembros del SIG y cinco franceses se dirigieron a Martuba. Brueckner, tres británicos y nueve franceses, a Derna. Tiefenbrunner se quedó con otro compañero en el punto de reunión, como enlace entre ambos grupos. El grupo de Buck regresó de madrugada: su misión había sido un éxito, no habían tenido bajas y habían destruido veintisiete aviones en el aeródromo. Pero poco después llegaban dos soldados franceses del otro grupo; eran los únicos supervivientes. Brueckner había fingido una avería en el camión y fue a pedir ayuda a un garaje cercano; nunca regresó. Minutos mas tarde, soldados alemanes rodeaban el camión instándolos a rendirse. Tras un feroz tiroteo, sólo los dos franceses habían sobrevivido.
La traición de Brueckner fue un golpe muy duro para Buck, que se culpaba de la muerte de sus hombres por haber confiado en el alemán. El otro prisionero, Essner, pasó a ser sospechoso y estuvo vigilado de cerca todo el viaje de regreso; posteriormente, fue entregado a la Policía Militar y murió tiroteado intentando escapar. Nunca se supo si él también era un traidor como Brueckner. En julio, dos pilotos alemanes capturados informaron que los alemanes sabían de la incursión del SIG dos semanas antes de producirse y que Brueckner, cuyo verdadero nombre era Brockmann, era un agente doble alemán que había volado a Alemania para recibir la Cruz de Hierro.
A principios de septiembre, los miembros del SIG fueron enviados a la base de Kufra, en el desierto libio, donde coincidieron con otro de los cuerpos de operaciones especiales del ejército británico: el Long Range Desert Group (LRDG), una unidad especializada en el reconocimiento motorizado, labores de inteligencia y navegación a través del desierto, compuesta en su mayor parte por soldados originarios de Nueva Zelanda y Rhodesia (muchos de los cuales acabarían formando parte del SAS). Para los hombres del LRDG fue una sorpresa ver llegar a sus nuevos compañeros, vestidos con uniformes germanos y charlando en alemán.
En aquel momento, a los británicos les urgía reconquistar Tobruk. Era el puerto más importante de la costa libia, y la principal vía de aprovisionamiento del ejército alemán. Pero el puerto y la costa estaban fuertemente defendidos. Rommel contaba con 50000 hombres y 400 tanques, y numerosa artillería y defensas antiaéreas por todo el litoral. El alto mando británico preparó entonces un asalto a la ciudad, en una acción denominada Operación Agreement. Un plan concebido por el coronel John Haselden (un peculiar personaje nacido en Egipto, que hablaba árabe con fluidez y se hacía pasar por nativo para espiar a los alemanes) como una incursión con un puñado de hombres para sabotear los depósitos de combustible del puerto; pero sus superiores creyeron que era una buena oportunidad para tomar la ciudad y lo convirtieron en una operación mucho más ambiciosa.
John Edward Haselden, de uniforme y caracterizado como un pastor árabe
El plan se iniciaría con un ataque aéreo de la RAF sobre las defensas de Tobruk. A continuación, un equipo conjunto del SAS y el SIG, con el nombre clave de Fuerza B, bajo el mando de Haselden, atacaría y tomaría las defensas costeras al este de la ciudad. A la vez, 396 comandos de los Royal Marines embarcados a bordo de los destructores HMS Zulú, HMS Sikh y el crucero ligero HMS Coventry  (que bombardearían el puerto y recogerían a los hombres tras el ataque) desembarcarían al oeste de Tobruk (su nombre clave era Fuerza C). Además, los barcos estaban pintados con insignias italianas, para confundir a los aviones de la Luftwaffe en una hipotética respuesta. Por último, un grupo de buques torpederos, transportando a unos 200 soldados de los regimientos de Highlanders de Argyll y Sutherland (Fuerza A) atacarían las instalaciones del puerto, destruyendo objetivos estratégicos (depósitos de combustible, barcazas de transporte, talleres). A la vez, otros comandos atacarían otros objetivos estratégicos como el puerto de Bengasi (Operación Bigamy), el oasis de Jalo (Operación Nicety) y el aeródromo de Barca (Operación Caravan).

El ataque de la Fuerza B se produciría de la misma manera que el asalto a los aeródromos de Derna y Martuba. Soldados del SIG se harían pasar por guardianes de prisioneros británicos para infiltrarse en las líneas enemigas. Cada detalle se cuidó al límite; los miembros del SIG llevaban uniformes, armas, documentos, cigarrillos, chocolatinas alemanas; incluso llevaban cartas falsas de novias y esposas alemanas. El 5 de septiembre, 86 miembros del SAS y ocho "vigilantes" del SIG (Buck, seis de sus hombres y David Russell, un teniente del SAS que hablaba con fluidez seis idiomas, incluido el alemán, y se había ofrecido voluntario) partieron de Kufra (a unos 1300 kilómetros de Tobruk) en cuatro camiones alemanes.
Thomas Charles David Russell (1915-1943)
La noche del 14 de septiembre, tras dejar a unos seis kilómetros de Tobruk uno de los camiones inutilizado, por si lo necesitaban en la huída, el grupo se dirigió a su objetivo, cruzando los controles alemanes. Tras eliminar a un pelotón de soldados italianos, tomaron una casa cercana a la costa, desde donde pudieron atacar las posiciones alemanas. Durante esa noche, capturaron varias de las baterías y dieron luz verde al desembarco. Sin embargo, la mañana del 15 se vieron sorprendidos por la llegada de numerosas tropas alemanas e italianas. Aislados y en inferioridad, la Fuerza B estaba en clara desventaja; trataron de continuar su misión tomando varias baterías antiaéreas, pero la superioridad numérica enemiga era enorme. La Fuerza B pidió ayuda; desgraciadamente, las noticias que les llegaron fueron desalentadoras. El Sikh había sido inutilizado por las defensas alemanas; el Zulú fue alcanzado cuando remolcaba al Sikh; y el Coventry estaba tocado y en llamas. La Fuerza C y la Fuerza A habían fracasado totalmente, y los pocos supervivientes trataban de retirarse. Unos pocos Marines consiguieron desembarcar, pero la mayoría cayeron en combate; sólo 17 fueron capturados con vida. Haselden dio orden a sus hombres de destruir sus documentos y huir. Sólo seis soldados (Buck, Russell y cuatro miembros del SIG) lograron escapar con vida. Haselden murió combatiendo para cubrir la retirada de sus hombres. Los supervivientes, tras dos meses en el desierto, lograron volver con sus tropas el 18 de noviembre, una semana después de la toma definitiva de Tobruk por los aliados tras la Segunda Batalla de El Alamein.
Miembros de la Fuerza B. Foto tomada camino de Tobruk. En el centro, el coronel Haselden
La Operación Agreement fue un completo desastre. Los británicos perdieron 746 hombres entre muertos y prisioneros, el Sikh, el Zulú y el Coventry, además de varias embarcaciones menores. Las bajas alemanas e italianas fueron sólo 16 muertos y 50 heridos. Tampoco los otros ataques fueron exitosos. Los comandos del SAS y del LRDG que iban a Bengasi fueron descubiertos por tropas italianas antes de llegar a su destino y fueron duramente castigados por la Luftwaffe mientras se retiraban. El asalto a Jalo fue un fracaso; los alemanes descubrieron el plan británico en el cadáver de un oficial caído en la Operación Agreement; el asalto, llevado a cabo  del 15 al 19 de septiembre por tropas del Sudan Defense Force, fue rechazado por la feroz resistencia de los italianos de la División Pistoia y del 57º Regimiento Auxiliar de Bersaglieri. Sólo el asalto al aeródromo de Barca por parte del LRDG tuvo cierto éxito; se destruyeron o dañaron 32 aviones; aunque los atacantes tuvieron numerosas bajas durante la retirada, de nuevo acribillados por los aviones alemanes e italianos.
Los motivos del fracaso de estas operaciones combinadas hay que buscarlos en la mala planificación de los ataques por parte del alto mando británico, con errores de bulto como no hacer que los ataques fueran simultáneos o subestimar el número, organización y combatividad de las tropas italogermanas. Además, el bombardeo previo por parte de la RAF apenas causó daños y su único efecto fue poner en alerta a los defensores de Tobruk.
Poco después del fallido asalto a Tobruk, el SIG fue disuelto y sus miembros repartidos en otras unidades. Varios de ellos, como Buck y Tiefenbrunner, se incorporaron al SAS. Buck fue capturado en septiembre del 42 y liberado a principios de 1945; moriría en un accidente de aviación en Inglaterra en noviembre del 45. Tiefenbrunner fue capturado en diciembre de 1942 y permaneció como prisionero hasta marzo del 45; tras la guerra, se instaló en Londres, donde trabajó como encuadernador de libros, hasta los 95 años. Fue el último miembro del SIG en morir, el pasado agosto, a los 97 años. David Russell, tras pasar por el LRDG, ingresó en el servicio secreto y murió durante una misión en Rumanía, en 1943.
En 1967 se rodó un filme sobre la Operación Agreement titulado Tobruk y protagonizado por Rock Hudson, George Peppard y Nigel Green. Una adaptación bastante pobre en lo cinematográfico y poco fiel a los hechos reales.

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