Verba volant, scripta manent

lunes, 12 de junio de 2017

Películas que nunca se rodaron: Meridiano de sangre, de Ridley Scott


En 1985 el escritor norteamericano Cormac McCarthy publicó su quinta novela, Meridiano de sangre, la que para muchos es su obra maestra y uno de los mejores libros de la segunda mitad del siglo XX. La novela es un anti-western brutal, violento y sangriento, que cuenta la historia de un joven fugitivo que tras mucho vagabundear acaba formando parte de la Compañía Glanton, un grupo de pistoleros y asesinos entre los que destaca la figura del llamado Juez Holden, un siniestro personaje, albino y de elevada estatura, capaz de cometer las mayores atrocidades y cuya figura va adquiriendo un cariz casi sobrenatural. La Compañía Glanton es contratada por un gobernador mexicano para que acabe con las bandas de apaches que pululan por la región, pagándoles por cada cabellera apache que entreguen; sin embargo, llega un momento en el que, para aumentar sus ganancias, los pistoleros comienzan a asesinar indios pacíficos e incluso ciudadanos mexicanos para poder entregar sus cabelleras como si fueran de apaches.
Prácticamente desde su publicación se comenzó a hablar de adaptarla a la gran pantalla. Y de los varios directores que se han interesado en el proyecto, fue Ridley Scott el que más porfió por hacer real la adaptación. Pero Scott, como otros directores, se encontró con las reticencias de la industria cinematográfica, que llegó a calificar de "imposible de filmar" la obra de McCarthy, por su salvajismo sin concesiones, por la violencia que impregna el relato de principio a fin. Más cuanto el propio Scott no estaba dispuesto a suavizar la historia y quería plasmarla lo más fielmente posible, en una película que, en sus propias palabras, habría sido "sangrienta, implacable e irremediablemente sombría". La película habría estado más próxima al cine de terror que al western clásico, y las productoras no estaban dispuestas a invertir un gran presupuesto en un filme de ese estilo.
Finalmente Scott desistió de sus intenciones. Más tarde si que adaptaría al cine otra de las obras de McCarthy, El consejero (2013), ambientada en el violento mundo de los cárteles de la droga, que tuvo una fría acogida tanto de crítica como de público. Otros directores tomaron el relevo de Scott para tratar de rodar Meridiano de sangre, pero igualmente sin éxito: Todd Fields (In the bedroom), el actor y director Tommy Lee Jones (amigo personal de McCarthy), el inclasificable Terrence Malick (El árbol de la vida), y, más recientemente, el actor y director James Franco, quien en 2012 ya había llevado al cine otra de las obras del escritor, Hijo de Dios.
A diferencia de otras novelas de McCarthy como Todos los caballos bellos o No es país para viejos, que si consiguieron, con distinta fortuna, llegar a la gran pantalla, Meridiano de sangre sigue cargando con el estigma de "infilmable". El propio Ridley Scott, preguntado no hace mucho sobre el tema, acabó por admitir que "Creo que es realmente difícil, y quizá es algo que debiera seguir siendo sólo una novela".

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