Verba volant, scripta manent

sábado, 2 de julio de 2011

Búho Gris

En 1931 se publicaba un libro titulado The men of the last frontier, sobre la vida en los bosques de Norteamérica, que alcanzó enseguida gran popularidad y lanzó a la fama a su autor, cuya vida fascinó de inmediato al público. Se llamaba Búho Gris, y era hijo de un explorador escocés llamado George MacNeill (lo que explicaba sus ojos azules), amigo de Búfalo Bill, y una india apache. Nacido en 1888, había sido guía, cuidador de mulas, buscador de plata, ranger y por último, cazador y trampero. También había sido soldado en la Primera Guerra Mundial, donde fué herido. Luego, se instaló en los bosques de Ontario, Canadá, donde se casó con una india mohawk llamada Anahareo, viviendo de la caza. En su solitario retiro, con la inestimable ayuda de su esposa, Búho Gris empezó a ver la naturaleza de un modo totalmente diferente al que la había visto hasta entonces. Se dió cuenta de que la riqueza natural de Canadá donde vivía corría peligro si no se tomaban medidas para protegerla de la acción del hombre, y también a los animales que la habitaban (especialmente al castor, emblema de su lucha). Gracias a esta popularidad, Buho Gris dió numerosas conferencias tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, donde llegó a ser presentado a las princesas Isabel y Margarita. Publicó varios libros más y se convirtió en uno de los pioneros del ecologismo y un gran difusor de la idea de la protección de la naturaleza. Murió en Prince Albert (Canadá) a causa de una neumonía, el 13 de abril de 1938. Y sólo un par de días después de su muerte, una revista publicaba la verdadera historia de Búho Gris.
En realidad, Búho Gris no se llamaba así y ni siquiera era indio. Su verdadero nombre era Archibald Stansfeld Belaney y había nacido en las cercanías de Hastings (Inglaterra). Abandonado por su padre cuando era un niño, su madre lo dejó al cuidado de sus tías Ada y Carry,  quienes trataron de hacer de él un hombre de provecho. Pero el pequeño Archie era un niño soñador, introvertido y rebelde, fascinado desde muy pequeño con la cultura de los pieles rojas, y cuando apenas contaba 17 años se fué de casa y emigró a Canadá. Allí, bastante inconscientemente, se internó en las regiones todavía salvajes de Ontario, donde podía haber muerto por su nulo conocimiento de la vida en el bosque. Tuvo la suerte de ser acogido primero por un leñador llamado Jesse Hood y luego por un grupo de indios de la tribu ojigway, con los que aprendió a vivir en la naturaleza y que fueron los que comenzaron a llamarlo Búho Gris. Se casó con una mujer ojigway y enseguida adoptó su forma de vida, hasta tal punto que, cuando en 1915 se alistó en el ejército canadiense para combatir en la Primera Guerra Mundial, ya lo hizo con el nombre de Búho Gris y haciendo constar como raza "mestizo". Fué herido en un par de ocasiones, y al volver a Canadá sus heridas y el recuerdo de lo que vivió durante los combates le llevaron a caer en el alcoholismo. Lo salvaron sus amigos indios, que lo acogieron y cuidaron hasta que se recuperó. Volvió a trabajar como guía, se casó con Anahareo y se instaló con ella como trampero.
Búho Gris jamás habló de la primera parte de su vida, al menos desde que se hizo popular. ¿Renegaba de ella y consideraba que Búho Gris correspondía más con su verdadero ser que Archie Belaney? ¿O quizá temía que la gente no le tomara en serio, porque un indio "auténtico" era mucho más creíble que un inglés hablando sobre la vida salvaje?
La revelación sobre el verdadero origen de Búho Gris dañó gravemente su imagen y desacreditó sus enseñanzas. Hubieron de pasar muchos años para que su figura fuera recuperada y el verdadero valor de su legado apreciado como merecía.

Búho Gris

Archibald Belaney, de niño

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