Verba volant, scripta manent

domingo, 4 de septiembre de 2011

No estamos solos: ¡tenemos un troyano!

En astronomía se denomina troyano a un asteroide o satélite que comparte la órbita de un planeta en torno a los llamados "puntos de Lagrange" L4 y L5. Los puntos de Lagrange son cinco posiciones en las que teóricamente la influencia de dos masas gravitatorias grandes (por ejemplo, un planeta y el Sol) permite una situación de equilibrio en la que un objeto pequeño podría mantener una situación estacionaria con respecto a la menor de ellas. O lo que es lo mismo, en dichos puntos un objeto no muy grande podría describir la misma órbita que el planeta sin llegar a colisionar nunca con él gracias al equilibrio de las fuerzas gravitatorias.
Hasta ahora se conocían en el Sistema Solar troyanos en las órbitas de Júpiter, Marte y Neptuno. La mayor parte (unos 4000) en la de Júpiter, y sólo cuatro en la órbita marciana y seis en la de Neptuno (aunque se especula con que éste podría tener hasta varios miles).
Pero el pasado octubre de 2010 el telescopio espacial Wise-Field Infrared Survey Explorer (WISE) descubría el primer troyano en la órbita terrestre. Según un artículo publicado en Nature  el pasado julio por astrónomos de las Universidades canadienses de Athabasca y Western Ontario, el satélite se halla a unos 80 millones de kilómetros de nuestro planeta y ha recibido el nombre provisional y poco sugerente de 2010 TK7. Su magnitud no es muy espectacular, apenas unos 300 metros de diámetro, pero al menos nos recuerda que hay muchas cosas ahí afuera por conocer, incluso muy cerca de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario