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domingo, 16 de octubre de 2016

La Señal Wow!

La Señal Wow!

A las 23:16 horas del lunes 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear registró una transmisión insólita mientras apuntaba al cúmulo globular M55, en la región oriental de la constelación de Sagitario. Aquella transmisión, que en un primer momento pasó desapercibida, iba a convertirse en motivo de estudio durante años, llenando páginas de publicaciones científicas y generalistas, y provocando multitud de especulaciones.
El Big Ear, un radiotelescopio de tipo Kraus situado en terrenos de la Ohio Wesleyan University en la ciudad de Delaware (Ohio), había sido inaugurado en 1963 y, entre 1973 y 1995, participó en uno de los varios programas SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence), registrando el espacio en busca de transmisiones de radio que pudieran proceder de una civilización alienígena inteligente. El Big Ear registraba las transmisiones en la frecuencia de 1420,4056 MHz. Esta es la frecuencia natural de emisión del hidrógeno neutro, el elemento más abundante en el universo. Los responsables del programa creían que si algo o alguien inteligente estaba emitiendo señales, probablemente utilizaría esta frecuencia, ya que es un óptimo canal para la emisión y recepción, y proporciona un buen equilibrio para diferenciar las señales del ruido de fondo. Las transmisiones que el radiotelescopio captaba no se grababan, sino que eran convertidas por el ordenador del telescopio (una IBM 1130 con 1 MB de disco duro y 32 KB de memoria RAM) en una serie de números y letras que se imprimían en una tira de papel. El software, programado por el astrónomo Jerry R. Ehman y el ingeniero Robert S. Dixon, medía la intensidad de las mediciones tomando como referencia la medición anterior. De este modo, dado que el ruido de fondo no siempre es constante, les permitía diferenciar el ruido de las señales verdaderas.

El radiotelescopio Big Ear
La señal no fue descubierta hasta unos días después, cuando Ehman, profesor de astronomía en la Ohio State University y voluntario en el programa SETI, estaba revisando los registros de los días anteriores y se encontró con la anomalía. La señal era realmente intensa, treinta veces superior a la del ruido de fondo, la más fuerte de las señales sin origen conocido que había captado ningún radiotelescopio. Tanto sorprendió a Ehman, que no pudo menos que rodear la secuencia alfanumérica de la señal (6EQUJ5) y escribir junto a ella una exclamación de sorpresa: Wow!. Eso hizo que la señal acabara siendo conocida como la Señal Wow!.

En estas dos regiones de la constelación de Sagitario se cree que pudo originarse la extraña señal
La Señal Wow! había durado exactamente 72 segundos. Era algo lógico; 72 segundos era el tiempo que el radiotelescopio observaba un punto concreto del firmamento, debido a la rotación de la Tierra. La señal mostraba un aumento paulatino hasta los 36 segundos, en el que alcanzaba su máximo, y luego descendía, lo que parecía confirmar su origen extraterrestre: la señal se había vuelto más fuerte hasta que el telescopio había enfocado directamente el punto de origen, y luego se había debilitado hasta que dicho punto había salido de su ámbito de observación. La región de la que supuestamente provenía la señal fue posteriormente rastreada a conciencia en varias ocasiones, pero no se captó ninguna otra transmisión anómala.
Cuando la existencia de la Señal Wow! se dio a conocer, desató una enorme cantidad de reacciones. Mientras la mayoría de la comunidad científica se inclinaba por buscar una explicación "razonable" al origen de la señal, determinados sectores, especialmente en el ámbito de las pseudociencias, afirmaban sin lugar a dudas que se trataba de una transmisión inteligente.
En la actualidad, tres son las principales hipótesis que explicarían la génesis de la Señal Wow: que se tratase de una transmisión de origen terrestre captada accidentalmente por el telescopio, bien procedente de un satélite (algo que está casi descartado) o bien que fuese reflejada por algún objeto en órbita, como un trozo de basura espacial (esta es la hipótesis que más convence a Ehman); que fuese provocada por algún fenómeno astronómico desconocido; o que, efectivamente, se tratase de una transmisión de una civilización extraterrestre.

El perfil de la intensidad de la Señal Wow!
La última hipótesis sobre la Señal Wow! se propuso hace apenas unos meses. Dos astrónomos norteamericanos, Antonio Paris y Evan Davies, sugieren que el origen de la señal está en dos cometas descubiertos hace relativamente poco, el 266P/Christensen y el 335P/Gibbs. Ambos cometas se encontraban en el cuadrante del espacio en el que se originó la señal en la fecha en la que fue captada. Según Paris y Davies, ambos cometas producen grandes nubes de hidrógeno cuando reciben radiación solar al entrar en nuestro Sistema. Esta súbita emisión de hidrógeno habría bastado, defienden, para provocar una señal anómala lo suficientemente intensa como para confundir al radiotelescopio. En enero de 2017 el 266P/Christensen volverá a cruzar la misma región, y el 335P/Gibbs lo hará en enero de 2018. Ambos astrónomos preparan una serie de observaciones de ambos objetos para tratar de confirmar su teoría.

2 comentarios:

  1. Parece que hay novedades:
    http://www.abc.es/ciencia/abci-hallan-origen-misteriosa-senal-extraterrestre-201706071152_noticia.html

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